Para estudiar, cada quien tiene su forma que se le hace más fácil. Algunas personas prefieren, por ejemplo, escuchar la información y anotar lo importante para repasarlo después. Otras, extraen lo más relevante de los textos con un destacador, y también hay quienes hacen resúmenes. Algunas estudian solas, mientras que otras prefieren el estudio en grupo. Esto, por solo mencionar algunas de las tantas formas de aprender e internalizar la información. 

Independiente de tu forma de aprender, seguramente siempre tendrás momentos de intensa lectura, con mucho volumen de documentos para leer. Es ahí donde las estrategias de lectura te pueden ser muy útiles, porque estudiar no es simplemente sentarse a leer durante horas y horas. De hecho, ese tiempo empleado podría reducirse en gran medida si comenzaras a aplicar ciertas técnicas de estudio que además de ahorrarte tiempo, podrían ayudarte a discernir entre lo que es útil y lo que no. Te contamos dos de ellas:

Skimming y scanning, estrategias de lectura rápida

Si lo que buscas es avanzar en tu velocidad lectora, e incorporar nuevas técnicas de estudio que te faciliten esos procesos, entonces debes conocer estas dos prácticas que apuntan a obtener mayores resultados en menor tiempo. 

Skimming

El primer método, el skimming, es un gran facilitador para una lectura veloz y entender a grandes rasgos lo que aparece en cada página. Consiste en la lectura del primer y último párrafo, así como de los títulos y subtítulos que pueda haber en esa página, para así obtener una idea generalizada del tema a tratar, y discernir si te es útil para el tema de fondo que estás estudiando. Te ayudará en el enfoque de la idea y concepto principales. 

Scanning

El scanning, por su parte, consiste en el acto de extraer de cada página, o de textos completos, los datos importantes como cifras, fechas, nombres y datos específicos. Implica un rápido movimiento ocular de “escaneo” (de ahí su nombre) de los textos, para así obtener la información y datos relevantes sin necesidad de leer todo, y ahorrando así mucho tiempo, al igual como se pretende con el skimming. 

¿Cómo aplicar estas técnicas?

Para poner en práctica el skimming y scanning en tu rutina de estudios, necesitarás considerar lo siguiente:

• Son sobre todo útiles cuando ya manejas el tema y deseas repasar la información que ya alguna vez habías leído. 
• No solo puedes, sino que es recomendable que las apliques junto con otras técnicas de estudio que ya practiques, como hacer resúmenes. 
• Sirven principalmente para textos académicos, no así para novelas.
• La práctica hace al maestro: mientras más seguido apliques estas técnicas, más rápido las dominarás. 

Por supuesto, la gran ventaja de aplicar estas metodologías de estudio reside en la optimización del tiempo, lo que en consecuencia supone una mayor productividad, no tan solo en los estudios per se, también en la vida diaria. 

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