Para que los profesionales puedan posicionarse de manera efectiva en un mercado laboral tan competitivo como el actual, es imprescindible optar por carreras que permitan acceder a diversas oportunidades de trabajo. Diseño Industrial es una de ellas y, a continuación, encontrarás todos los detalles sobre esta alternativa universitaria.

El campo laboral de Diseño Industrial suele ser bastante amplio, lo que posiciona a estos profesionales como un elemento de suma importancia para todo tipo de empresas. De hecho, esta carrera tiene una empleabilidad superior al 55% al segundo año de egreso, con sueldos que superan los $600.000 al momento de salir de la universidad.

Pero ¿qué hace realmente un diseñador o diseñadora industrial?

Este tipo de profesional desarrolla productos o servicios (en concepto y fabricación) que responden a diversas necesidades de empresas y personas. Los diseñadores industriales van más allá de la función del producto o servicio, considerando su estética, usabilidad y costos, utilizando para ello diversas herramientas, conocimientos interdisciplinarios y sistemas tecnológicos.

Diseño industrial: campo laboral

Gracias a los diversos conocimientos adquiridos durante su experiencia académica (en materias como arte, maquetas y modelos, producción, tecnología y uso de materiales, entre otros), un diseñador o diseñadora industrial puede ejercer en diversos campos, que van desde fábricas a consultorías propias.

Conoce algunos de los espacios de trabajo diseño industrial:

1. Departamentos de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+I)

En la ingeniería en Diseño Industrial, el campo laboral se abre para brindar a los profesionales diversas posibilidades de desarrollo. Una de las más atractivas tiene relación con los departamentos de I+D+I, en donde se potencia la creatividad para dar vida a soluciones novedosas, con base en la investigación y la creación de nuevas tecnologías con el fin de mejorar productos y servicios.

2. Producción o fabricación

Un diseñador industrial puede desempeñarse en centros de diseño o fábricas, bien sea para la producción de determinados equipos o para elementos que serán parte de estos. Un ejemplo de ello lo constituye la industria automotriz, en la que los diseñadores industriales juegan un papel clave, al velar tanto por la estética como por la funcionalidad de los vehículos.

3. Servicios de arquitectura e ingeniería

El trabajo de diseño industrial lleva a que este profesional pueda ser maquetista en un estudio de arquitectura, asistente e incluso consultor, siendo una pieza clave a la hora de desarrollar proyectos inmobiliarios.

Además, el campo laboral de diseño industrial permite que estos profesionales puedan desempeñarse en oficinas de decoración o compañías de retail, ampliando las opciones de desarrollo. 

4. Emprendimientos propios

Una de las posibilidades de un diseñador o diseñadora industrial es crear un espacio de trabajo propio, eficiente, que pueda proporcionar a otras empresas los conocimientos necesarios para desarrollar proyectos, servicios o productos. 

Estos emprendimientos pueden ir desde una empresa que genere mobiliario a otras compañías, por ejemplo, o una consultoría de asesoría en cuanto al desarrollo de un producto en el área de la ingeniería. 

En definitiva, el campo laboral del diseñador industrial es tan extenso, que tanto las empresas privadas como públicas necesitan de este tipo de profesionales, para crear estrategias que mejoren el diseño de sus productos o servicios.

Las habilidades que posea este profesional, como su creatividad, capacidad de análisis, resolución de problemas y relaciones interpersonales, le permitirán experimentar el éxito en distintos rubros y protagonismo en el desarrollo tecnológico, económico y comercial del país, pero ¿dónde estudiar esta carrera?

En la UTEM podrás ingresar a Diseño Industrial y, en 5 años, obtener el grado de Licenciatura en Artes y Ciencias del Diseño Industrial, y el título profesional de Diseñador/a Industrial. Además, es importante considerar que esta carrera cuenta con una empleabilidad superior a la media, llegando a 76,8% al primer año de egreso.