Cuando se viene la época de exámenes es muy probable que el estrés aumente de tan solo pensar en toda la información que hay que absorber y -claro- la presión por aprobar cada asignatura es grande. 

Tener una buena organización del estudio puede ser complejo y su carencia puede ser una de las razones por la cual tus niveles de ansiedad se disparen antes de las pruebas universitarias. Si es tu problema, a continuación, conocerás algunos interesantes consejos sobre cómo estudiar para sacar el mayor provecho a tu tiempo de aprendizaje. 

¿Cuáles son las estrategias básicas para un estudio eficaz?  

No se trata simplemente de sentarse y  leer sin detenerse los libros y cuadernos.  

Instruirse requiere de ciertas condiciones para que sea realmente un tiempo provechoso y logre su objetivo. ¿Cuáles son las estrategias básicas para un estudio eficaz? 

1. Planifica tu tiempo para aprender 

Organiza tu tiempo con un planner, pizarra o lo que más te guste, con una planificación semanal. O mensual, si quieres ir más lejos. 

Destina un horario especial, que tú sepas que podrás cumplir a cabalidad cada día. Lo ideal es que te inclines por hacerlo de día para que descanses de noche como corresponde. 

2. Elige y acondiciona un lugar

Escoge el lugar ideal para estudiar, es decir, que cuente con buena luz, ventilación y las comodidades adecuadas: mesa despejada, silla cómoda, entre otros. 

Procura que el ambiente esté ordenado y limpio, con una temperatura agradable. 

3. Deja fuera las distracciones

El celular te distrae y lo sabes. Déjalo fuera de tu lugar de estudio, idealmente en silencio, para que ninguna notificación ni llamada te logre desconcentrar. 

La TV tampoco es buena aliada para aprender. Prefiere la música suave, a un volumen moderado, para que te acompañe sin distraerte. 

4. Usa metodologías de estudio

Si la lectura continua te parece aburrida, usa otros métodos de aprendizaje, tales como los mapas conceptuales o las tarjetas didácticas, por ejemplo, que te permitirán recordar mejor la información. 

5. Toma descansos 

La mente necesita tomarse un break con frecuencia. De nada sirve estar horas y horas leyendo si, al estar cansado o cansada, retienes la mitad de lo leído. 

Lo mejor que puedes hacer, es tomar descansos cada 20 ó 30 minutos, en los que caminar un poco, hacer ejercicios de respiración, cantar, levantarte de la silla o cualquier otra cosa que te relaje y te ayude a recobrar fuerzas. 

6. Come e hidrátate bien 

La alimentación es crucial para la salud y tu agilidad mental. Por ello, es importante que te alimentes equilibradamente durante toda la vida, pero especialmente durante tus exámenes. 

Debido a la ansiedad puede que te antojes por comidas más grasosas o azucaradas, pero estas pueden ponerte en un estado más letárgico, además son muy poco nutritivas y tu cerebro necesita más que nunca de vitaminas y minerales para funcionar bien. 

7. Duerme lo necesario

El cuerpo necesita de 7 a 8 horas diarias de descanso para poder funcionar bien al día siguiente. Si quieres que las tareas diarias, como estudiar, sean productivas, es mejor que en esta época de exámenes dejes el trasnoche de lado y consideres las horas de sueño como parte de tu estrategia y organización del estudio. 

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