Recientemente ha surgido una polémica en torno a la carretera hídrica en Chile, un proyecto que nace con la intensión de solucionar el problema de agua que existe en el norte del país, pero que podría traer consecuencias negativas para el medio ambiente.

Todo inicia por los efectos del cambio climático, que han generado un déficit en las precipitaciones, aumentado las temperaturas y bajando la acumulación de nieve.

Como ejemplo de la escasez de agua en Chile se puede observar, que en las regiones de Coquimbo, Valparaíso, O’Higgins y Maule recientemente entraron en emergencia agrícola, necesitando de una inversión de hasta $8.000 millones para salir de la crisis.

¿En qué consiste el proyecto de la carretera hídrica?

La Carretera Hídrica de Chile es un proyecto de cinco tramos de canalización, que permitiría llevar agua desde el sur hacia el norte del país, concretamente desde la Región del Bío Bío hasta Atacama. La extensión total de todos los trechos sumaría alrededor de 3.900 km, mientras que el agua se extraería específicamente del río Queuco, un afluente del río Bío Bío.

Beneficios de combatir la crisis hídrica

La construcción de esta carretera para combatir la crisis hídrica, en principio, permitiría surtir de agua a una zona donde las empresas y familias tienen muchas dificultades para obtener este líquido. Además, se podría:

• Duplicar las exportaciones agroalimentarias.
• Generar más de un millón de puestos de trabajo.
• Atraer una inversión estimada en 30 mil millones de dólares.

Posibles consecuencias negativas

Se entiende que la escasez de agua en Chile es un problema que debe atacarse, ¿pero realmente la carretera hídrica es la solución? Estos serían algunas de las consecuencias:

1. Pérdida de capa vegetal del suelo

La sobreexplotación del agua subterránea de reserva y el drenaje de las aguas naturales, podría alterar el balance hidrológico del sector donde se extrae el agua, provocando la degradación del suelo y en consecuencia, la pérdida de la capa vegetal.

2. Modificación de los patrones naturales de drenaje

Este mega proyecto se sustenta en que existen caudales físicos sobrantes o que desembocan en el océano, pero en realidad son caudales necesarios para mantener en equilibrio las acciones ecológicas propias, que necesitan los sistemas fluviales y los territorios costeros.

3. Erosión del suelo

Del mismo modo en que se pierde la capa vegetal, se generaría la erosión del suelo. Son sectores en los que el agua no suele faltar, y al cambiar esta situación, la superficie de la tierra podría empezar a desgastarse.

4. Calidad y contaminación del agua

El río Bío Bío posee una norma para preservar la calidad del agua, cuidando los ecosistemas acuáticos y los servicios ecosistémicos, y un proyecto que implique una nueva intervención, que incluya descargas de aguas industriales y urbanas podría generar contaminación.

5. Daño a la biodiversidad de los distintos lugares donde pasaría el proyecto

Finalmente, los caudales originales proveen de sustancias orgánicas e inorgánicas nutritivas necesarias para mantener la vida de las zonas, pero además transportan contaminantes que podrían ser trasladados a otras cuencas, afectado así la biodiversidad. Incluso, especies exóticas podrían causar daños sobre las especies nativas.

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En conclusión, los efectos del cambio climático se están sintiendo y se requiere una solución, aunque tal vez no sea lo más conveniente someter los procesos naturales a un cambio tan drástico. Existen diferentes maneras para atacar el problema, como usando de forma más eficiente el agua, especialmente en el sector agrícola.

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