La crisis sanitaria mundial generada por el COVID-19 obligó a que la mayoría de los ciudadanos, en diferentes países, tuvieran que mantenerse aislados en sus casas para prevenir la expansión del virus. Esto, además del impacto a nivel económico, tiene un efecto a nivel anímico por causa del encierro, por lo que se hace indispensable saber cómo enfrentar los distintos tipos de aislamiento social.

Encontrar motivación en tiempos de crisis puede ser bastante complejo, especialmente ante el aislamiento social voluntario necesario para evitar la propagación del COVID-19. Sin embargo, antes de abordar algunos consejos, resulta pertinente conocer las distintas maneras en que se pone en práctica el distanciamiento social.

Tipos de aislamiento social

En líneas generales existen 3 tipos de aislamiento social, los cuales varían dependiendo del grado de exposición que se haya tenido con el virus:

• Distanciamiento social. Se orienta a toda la población y tiene como objetivo evitar la propagación del COVID-19.
• Aislamiento preventivo. Lo deben aplicar todas aquellas personas que provienen de zonas de riesgo o áreas en las que se tiene certeza que hay propagación del virus.
• Aislamiento sanitario. Este tipo de aislamiento se aplica a quienes tienen confirmación de estar contagiados, a sospechosos o a quienes han tenido cercanía con un caso positivo.

De esta forma, el mantenerse aislado durante la pandemia del nuevo coronavirus, es un método de prevención y cuidado. Sin embargo, muchas personas podrán encontrar diferentes dificultades al aplicar la medida, porque las consecuencias de estar encerrado tanto tiempo, sin tener contacto social y físico con personas diferentes a tu familia, pueden provocarte sentimientos de tristeza, incertidumbre, inseguridades, además de perder la rutina habitual y atormentarte por pensar en la imposibilidad de salir a caminar o viajar.

¿Cómo enfrentar el aislamiento social? 

Los casos de aislamiento social voluntario son la mejor medida de auto cuidado. Por ello, será indispensable informarse de fuentes confiables u oficiales, y siempre seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

Respecto a encontrar una fuente de motivación en tiempos de crisis, es importante destacar que dependerá siempre de los intereses y motivaciones de cada persona. Sin embargo, a grandes rasgos es recomendable:

• Ejercicios: un liberador de estrés por excelencia es el ejercitar el cuerpo, y no tener equipos de ejercicio en casa no debe ser un impedimento. En Internet hay rutinas y guías que puedes seguir para mantenerte en movimiento y liberar estrés.
• Mantener el contacto: hacer llamadas telefónicas o videollamadas a familiares y amigos es una manera de mantener los pies en la tierra.
• Seguir una rutina: los hábitos te permiten alcanzar pequeñas metas a diario. Levantarte temprano o vestirte como si fueras a salir son algunos ejemplos de acciones que pueden ayudarte. Al seguir con una rutina puedes mantener tu mente ocupada en los quehaceres y no pensar tanto en el encierro.
• Aliméntate de forma sana: esto es indispensable para mantener la salud. Es recomendable evitar la cafeína, ya que puede elevar los niveles de estrés y ansiedad.

Los casos de aislamiento social han permitido contener en parte esta cepa de coronavirus que ya se acerca a los 4 millones de infectados a nivel mundial. 

En este contexto, se ha hecho evidente la importancia de diversos profesionales, comenzando por todos los que trabajan en el área de la salud. Sin embargo, también se ha hecho evidente el protagonismo que tienen carreras como Trabajo Social, enfocada en la comprensión y apoyo hacia la comunidad, entendiendo sus necesidades y brindando ayuda tanto desde lo práctico, como desde el ámbito emocional.