Uno de los sellos de la UTEM es formar profesionales capaces de conocer y manejar herramientas tecnológicas que puedan ser aplicadas en su quehacer. El acercamiento con este aspecto surge en las salas de clases, sin embargo es capaz de expandirse mucho más allá, buscando alcanzar importantes avances para los estudiantes que deciden explorar y explotar su talento.

Es el caso de Felipe Torres, estudiante de la carrera de Ingeniería en Informática y líder del proyecto “Mascotas Holográficas para Cursos Escolares”, que este año fue uno de los ganadores de los “Fondos de Desarrollo Institucional (FDI) del Ministerio de Educación”.

¿De qué se trata el proyecto “Mascota Holográfica Para Cursos Escolares”?

Es una máquina donde aparecerá el “holograma” de una mascota que debemos alimentar, cuidar, etc, y con la cual podremos interactuar ingresando nuestras manos a través de una ranura frontal.

El proyecto está dirigido a niños y niñas de enseñanza básica y media. La idea es poder acercar la tecnología a los más pequeños y educarlos sobre el cuidado de las mascotas y sus necesidades. Para esto se realizará un concurso en un colegio, donde los cursos competirán por quien cuida mejor a esta mascota, el curso que gane se llevará una figura de su mascota impresa en 3D.

¿Cómo surgió la idea?

Fue algo que imaginé el año pasado al ver la facilidad de recreación de los “hologramas” y como yo tenía un sensor de manos, se me ocurrió juntar ambas tecnologías, me parecía curioso. En una semana ya tenía el mueble antes mostrado, luego apareció lo del FDI y tuvimos que adaptar el enfoque a lo que pide el ministerio.

¿En qué etapa se encuentra el proyecto?

Estamos esperando poder hacer la compra de los sensores en el extranjero, lo cual es crucial para poder elaborar la estructura. Mientras tanto hemos avanzado elaborando un prototipo de bajo costo, con algunas cosas que teníamos con madera en desuso y sin máquinas, para ver cómo quedaría. Por otro lado, hicimos un render de la máquina, para avanzar los más posible y así tener una idea de cómo se vería la reflexión del acrílico con la pantalla.

¿Cómo se conformó el equipo de trabajo?

Este proyecto lo estamos realizando junto a Diego Higuera, pero somos parte del “Club de Desarrollo de Videojuegos–GameDevUTEM”. Este club lo fundamos el año 2015 entre 4 compañeros, con la idea de crear software y hardware referente a los videojuegos. Empezamos haciendo arcades para la UTEM con muebles en desuso que había en el campus. Actualmente somos 13 de distintas carreras.

Dentro de la Universidad hemos participado del “Festigame del 2015”, programando juegos y haciendo talleres de construcción de arcade en la Universidad y un colegio en San Miguel.

¿Qué es lo que más rescatas de esta experiencia?

Una de las cosas que más rescato es aprender a formular proyectos, no ha sido fácil, pero he aprendido mucho, sobre todo a ser autodidacta. Este es el tipo de personas que salen de la UTEM y están muy bien catalogadas.

¿Crees que tu desarrollo profesional va a seguir por esta línea?

Feliz de poder continuar creando aparatos nuevos, aunque no sé si me casaría con una sola idea. Generalmente en el club siempre estamos buscando cosas nuevas que podamos hacer de acuerdo a nuestros medios.