Por ello, la Universidad Tecnológica Metropolitana en su interés por la investigación y el aporte a la mejora científica y tecnológica desde la academia decidió construir un Centro de Investigación en Ciencias Atómicas y Nucleares.

Conversamos con el Doctor Rafael Correa Devés, académico y Director del Magíster en Tecnología Nuclear de la Casa de Estudios y Director de la Sociedad Chilena de Física, quien nos adelantó sobre este nuevo centro de estudios que se construye en el Campus Macul.

¿En qué consistirá este Centro de Investigación?

Será un centro de investigación abierto a toda la comunidad, que operará en base a proyectos de distintos tipos, de pregrado, postgrado, investigación y también en colaboración con otras instituciones, particularmente con la Comisión Chilena de Energía Nuclear, con la Universidad de Chile y el Instituto Nacional del Cáncer. Además, pensamos abrirnos a todo lo que sea aplicación en la industria y capacitación de recursos humanos avanzados en este campo.

Irá de la mano con el programa de Magíster en Tecnología Nuclear que estamos haciendo, y con la idea de incentivar actividades para los estudiantes de pregrado, colocando a la UTEM en una línea de vanguardia en este tema a nivel nacional.

¿Cómo funcionará el nuevo proyecto?

Uno de los objetivos de este laboratorio científico es el desarrollo de investigación avanzada en el ámbito de ciencias de los materiales y medio ambiente, utilizando tecnología atómica y nuclear. Es un laboratorio complejo, que consta de instalaciones que estaban funcionando en otras instituciones y que se potenciará su operación a través de este proyecto que lidera nuestra Universidad.

Un componente esencial es un acelerador electrostático de Van De Graaff, que proviene de una donación en comodato de la Universidad de Chile, y que consta de instrumental de investigación muy complejo y único en el país, que permite hacer análisis de distintas muestras, entre ellas de materiales y aerosoles; también se instalará un acelerador lineal de electrones donado por el Instituto Nacional del Cáncer, que se usa principalmente para el tratamiento de enfermedades de tumores y en el estudio de otro tipo de muestras sólidas, líquidas, gaseosas. Ambos tienen como fin implementar investigación aplicada con una tecnología única en el país.

El Centro se ubicará en el Campus Macul y el traslado de los equipos se empieza a realizar en marzo. Su instalación y puesta a punto durará aproximadamente siete meses, y por ende pensamos que comenzará a funcionar los últimos meses del año.

¿Cuántas personas y de qué lugares serán quienes trabajen en el Centro?

La cantidad de personas a trabajar será relativo, personal fijo es muy poco, ya que estará disponible sobre todo para investigaciones que contemplen estudiantes de la UTEM y otras universidades. Estamos abiertos a todo tipo de instituciones públicas y privadas. La idea es que sea un foco de interés donde se desarrollarán proyectos que se estarán ejecutando, en paralelo con foros y conferencias. Habrá salas habilitadas para investigadores y estudiantes que participen en estos.

Cabe destacar que estos laboratorios, como se mencionó antes, involucrarán a los distintos espacios académicos. Además de apoyar el postgrado, se impartirán cursos de capacitación y diplomados, que los trabajaremos con la Dirección de Capacitación y Postítulo (Direcap). Como se puede apreciar, la misión del Centro es amplia y comprende investigación, docencia de pre y postgrado y capacitación.

¿Con qué entidad interna de la Casa de Estudios se vincula el proyecto?

Estamos trabajando estrechamente con diversos organismos como el Departamento de Física y la Dirección de Administración. Además, se vincula con la Dirección de Investigación y Desarrollo Académico, con el área de Transferencia, y a través de ellos con las demás facultades. Como se dijo, este proyecto pertenece a la Universidad en su conjunto.

¿Cómo continuarán investigando estas temáticas en que la UTEM cumple un rol significativo en Chile?

En el ámbito universitario y académico el tema nuclear se ha desarrollado por otras universidades en una aplicación muy concreta: la física médica. La Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile desde la década del sesenta ha desarrollado una investigación profunda y exitosa en este campo, la que era liderada por el Dr. Roberto Morales, quien falleció recientemente. El trabajo de esa Casa de Estudios tuvo como resultado múltiples publicaciones, proyectos y formación de físicos en este campo. En la actualidad, nosotros nos abocaremos en temas relacionados principalmente con las aplicaciones nucleares asociadas a diversas tecnologías y áreas como salud, minería, alimento, agroindustria, educación, entre otras. Este no es un laboratorio de energía potencia nuclear, no va para allá, son aplicaciones nucleares de baja y media energía.

¿Hace cuánto tiempo se encuentran desarrollando investigación sobre energía nuclear en la UTEM?, ¿y cómo se relaciona este trabajo con otras instituciones?

Llevamos unos 15 años y mantenemos colaboración con la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile y con la Comisión Chilena de Energía Nuclear, con la idea de continuarla.

Se debe destacar que también estamos insertos en actividades que implican colaboración internacional, principalmente con organismos e instituciones de América Latina, España y Estados Unidos.

El hecho que este Centro se implemente en la UTEM se debe principalmente al acuerdo con la Universidad de Chile, que dona en comodato el acelerador Van de Graaff y que demuestra el grado de colaboración existente, que es bastante profundo y de mutua confianza. Situación similar se relación con el Instituto del Cáncer y con la Comisión Chilena de Energía Nuclear. Esto refleja un trabajo serio que se ha ido generando en nuestra Casa de Estudios.