Fraude alimentario en las industrias de alimentos chilenas
Autor: Admisión UTEM|
El fraude alimentario o Food Fraud representa un peligro a nivel mundial, porque alterar los alimentos o su etiquetado impide que las personas sepan lo que realmente están consumiendo. La principal motivación de esta práctica es económica, sin embargo, puede tener graves consecuencias no solo para la salud sino que también en otros aspectos.
¿Qué es el fraude alimentario?
La Iniciativa de Inocuidad Alimentaria Global o Global Food Safety Initiative (GFSI por su sigla en inglés) define el fraude alimentario como:
“Término colectivo que abarca la deliberada e intencional sustitución, adición, alteración o tergiversación de alimentos, ingredientes alimentarios o envasado de alimentos, etiquetado, información del producto o declaraciones falsas o engañosas sobre un producto para obtener beneficios económicos que podrían afectar la salud del consumidor”. (GFSI, 2023)
Tal como indica la Fundación para la Certificación de Inocuidad Alimentaria o FSSC por sus siglas en inglés, esta práctica no es reciente y ha existido por cientos de años, durante el desarrollo de las grandes civilizaciones. Sin embargo, para ponerlo en contexto, presentaremos algunos casos recientes.
Casos de Fraude Alimentario emblemáticos a nivel mundial
1. China, 2008: adición de melamina a leche en polvo maternizada que derivó en 50.000 bebés hospitalizados y 6 fallecidos.
2. Unión Europea, 2013: engaño a la población por la comercialización de carne de res sustituida con carne de caballo.
3. Australia, 2016: niño de 10 años fallece al consumir una bebida de coco que contenía leche de vaca no declarada.
¿Qué alimentos son los que usualmente más sufren de fraude alimentario?
Entre los alimentos más afectados por este fraude están el aceite de oliva, los pescados, la leche, los granos, miel, café, té, las especias y los jugos de frutas.
¿Cuáles son algunas consecuencias del fraude alimentario?
La Industria Alimentaria y sus especialistas deben prepararse para evitar:
- Riesgos para la salud pública.
- Consecuencias económicas.
- Pérdida de confianza del consumidor.
- Daño para el prestigio de una marca.
- Pérdida de certificaciones de productos (por ejemplo, Halal o Kosher).
Más allá de lo económico, este engaño podría costarle la vida a personas con celiaquía, alergia a la proteína de la leche de vaca o de la soja, etc.
Food Fraud en Chile
El Reglamento Sanitario de los Alimentos (RSA) es el pilar fundamental de la seguridad alimentaria en Chile. Sus disposiciones abarcan desde la producción hasta la venta de alimentos, asegurando que los consumidores accedan a productos sanos e inocuos.
Si bien regula la adulteración y la falsificación de alimentos, no incluye una definición específica para el fraude alimentario ni abarca todas sus prácticas. Algunas de las más frecuentes en el país son:
- Etiquetado de aceite de oliva como extra virgen para cobrar más por un producto que no cumple con esa condición.
- Elaboración de cecinas y hamburguesas que exceden la cantidad permitida de proteínas no cárnicas.
- Venta de frutas y verduras orgánicas que no están certificadas como tales.
- Comercialización de huevos de gallinas felices cuando no hay una clasificación definida.
¿Cómo enfrentar esta problemática?
Dado que las técnicas para realizar este tipo de fraude cada vez son más sofisticadas, se requiere el trabajo colaborativo entre entidades públicas y privadas, como el Ministerio de Salud, Centros de Investigación, las empresas y el propio consumidor.
En cuanto a la Industria Alimentaria, deben involucrarse todos quienes participen en la cadena de producción:
- Proveedores que aporten información para fomentar la transparencia.
- Distribuidores que contribuyan a la trazabilidad.
- Una administración que se encargue de reducir las prácticas ilegales.
Fortalecer la regulación nacional y mejorar los sistemas de vigilancia es indispensable.
Ingeniería en Alimentos: protección y seguridad
Las empresas que enfrentan los desafíos del Food Fraud necesitan de profesionales que sean capaces de prevenir, detectar y controlar dicha problemática.
Dentro de su formación, quienes estudian Ingeniería en Alimentos de la UTEM cursan asignaturas como Introducción a la Ingeniería de Alimentos, Seguridad Alimentaria, Control y Aseguramiento de Calidad. En ellas podrán conocer a fondo la normativa nacional e internacional, además de los sistemas de prevención del fraude en la industria para así poder fortalecerla.
Además, la UTEM cuenta con una evaluación sensorial de medición y análisis tan importante como los métodos químicos, físicos y microbiológicos. El Panel de Cata de Aceite de Oliva de la UTEM utiliza la evaluación sensorial para analizar aceites de oliva y cumplir con los estándares de exportación. Recientemente, se han detectado fraudes en cuatro marcas que vendían aceite de oliva corriente como extra virgen, incluso diluyéndolo con aceites vegetales.
En la UTEM se educan profesionales capaces de abarcar toda la cadena productiva alimentaria, garantizando la calidad, seguridad e innovación en las ciencias alimentarias.
PROGRAMA DE EVALUACIÓN SENSORIAL UTEMNicole Gutiérrez Jara
Ingeniera en Industria Alimentaria