¿Alguna vez has sentido que no mereces estar donde estás o que otras personas son más aptas que tú? Muchos estudiantes universitarios experimentan estos sentimientos de duda, es lo que se conoce como síndrome del impostor y puede afectar desde tu seguridad personal hasta tu desempeño académico. 

Por eso, es importante que aprendas a dejar a un lado estos pensamientos y dar a tus logros el valor que se merecen. Aquí encontrarás algunos consejos que te ayudarán a lograrlo.  

¿Qué es el síndrome del impostor? 

En primer lugar, hay que comentar lo que es este síndrome y cómo puede tener un impacto negativo en tu rendimiento académico, así como tu confianza. 

Según la Asociación Americana de Psicología (APA), el síndrome del impostor es la sensación de que no tienes las capacidades o méritos suficientes, aun cuando hay pruebas que demuestran lo contrario. 

Por ejemplo, si llevas tiempo en tu carrera y has tenido un excelente rendimiento académico, el síndrome se puede manifestar en falta de confianza o problemas para recibir cumplidos de tus compañeros y docentes. 

Si recién estás comenzando la universidad, el síndrome puede apuntar a pensamientos como: “No merezco estar en esta facultad” o “No soy lo bastante inteligente para esta carrera”.  

Reconoce el síndrome del impostor

Hay varias características comunes de este síndrome a las puedes poner atención. Algunas de los principales son: 

• Atribuir tus logros a la suerte y no a tus capacidades. 
• Tener un nivel de autoexigencia demasiado elevado, tanto que tus expectativas son irreales. 
• Inseguridad emocional con respecto a tus habilidades. 
• Miedo constante al fracaso. 
• Tendencia a procrastinar actividades o dejarlas sin terminar, por temor a no poder hacerlo bien. 

Algunos consejos para ayudarte con este síndrome

Los sentimientos de impostor alimentan la inseguridad emocional y te privan de poder celebrar tus éxitos, lo cual no es justo para ti. La buena noticia es que existen algunas medidas o prácticas que te pueden servir: 

1. Haz una lista de tus habilidades 

Piensa en esas cualidades que te han ayudado a alcanzar tus objetivos en el pasado y anótalas. Al lado de cada una, escribe el resultado que obtuviste y algunas ideas de situaciones en las que podrías necesitar estas habilidades en el presente. 

2. Lleva la cuenta de los cumplidos

Para contrarrestar los sentimientos de impostor, es clave tomarte en serio los cumplidos que recibes en lugar de llevar solo un registro de las críticas.  

Una buena idea es anotar cada elogio en un cuaderno para que, cuando empieces a dudar de ti, leas la buena opinión que tienen otras personas. Esto te ayudará a mejorar tu autoestima. 

3. Cuestiona tu autoexigencia

Querer dar lo mejor de ti es una característica positiva que te puede llevar muy lejos en la vida, pero es importante que tus expectativas no caigan en el terreno de lo imposible. Esto solo te causará frustración e inseguridad. 

Cuando te descubras siendo demasiado perfeccionista, da un paso atrás e intenta evaluar objetivamente tus esfuerzos. También es útil pedir la opinión de un/a compañero/a o ser querido, alguien en quien confíes y que sea una persona positiva. Igualmente, recuerda que sus comentarios serán opiniones subjetivas y que estas pueden ser diversas.

La verdad es que todas las personas tienen momentos de duda, por lo que no debes sentirte mal por tener pensamientos de impostor. Poniendo en práctica estos consejos, podrás desarrollar más tu confianza para seguir alcanzando tus objetivos. 

También es bueno que aproveches los beneficios estudiantiles de la UTEM. Por ejemplo, el Plan de Apoyo Estudiantil entrega atención personalizada para que puedas conversar con una o un especialista sobre cualquier inquietud en tu proceso de adaptación. Igualmente, el Centro de Familia y Comunidad ofrece servicio en psicología a estudiantes y funcionarias/os de la universidad.