Razones de la desigualdad de la mujer en el mundo laboral
Autor: Admisión UTEM|
Las mujeres no han gozado de sus derechos sustantivos como se hubiese esperado, pues en el ámbito profesional y laboral tradicional, se han otorgado funciones en razón del sexo, siendo además un obstáculo para el desarrollo de las mujeres, la violencia (estructural, simbólica, directa), presente en distintos espacios, limitando su desarrollo.
Hace solo algunas décadas las mujeres no tenían derecho al sufragio, y hasta nuestros días, el trabajo doméstico o reproductivo no remunerado resulta invisible, centrándose solamente en la producción de bienes y servicios que puedan ser consumidos.
Gracias a una prolongada lucha y a diferentes movimientos sociales de mujeres, estos temas han cobrado relevancia, es por ello que Chile tiene un desempeño superior al promedio mundial, no obstante, no es fácil ser mujer en el mundo del trabajo remunerado, sobre todo en el Conosur.
Por lo anterior, podemos señalar que algunos de los motivos principales por los que aún existe la desigualdad de la mujer en el mundo laboral:
1. Percepción de que hay pocas mujeres con la experiencia necesaria
Muchas veces, en el mundo laboral se presume que las mujeres no cuentan con la preparación o capacidades para ocupar ciertos cargos, aunque en la realidad, las mujeres posean mayores grados académicos, pero es cierto que algunas carreras como la ingeniería, la tecnología y la minería existe una baja participación femenina, como consecuencia de los estereotipos de género.
Esto impide que las mujeres logren “desarrollar una trayectoria laboral” y ganar experiencia, como sí lo hacen habitualmente los hombres.
La Dirección del Trabajo ha señalado que la inserción de las mujeres al mercado del trabajo es relativamente tardía y una de las más bajas en América Latina. La división sexual del trabajo, se expresa precisamente en las ocupaciones que desarrollan las mujeres, en consecuencias precarias y sin abandonar los roles tradicionales asignados por el solo hecho de ser mujeres.
2. Razones sociales relacionadas con el “rol clásico” de la mujer
Aún vivimos bajo una cultura que perpetúa el que las mujeres sean quienes desarrollan el trabajo doméstico y aunque trabajen de forma asalariada, detentan el doble o la triple jornada de trabajo en lo doméstico y de cuidados, pues ningún Estado ha logrado responder a esta transición a la inclusión laboral femenina. Si bien esta percepción se ha ido problematizando, todavía no existe una transformación profunda de normas y valores, que sean transversales en todos los sectores de la sociedad, que permita que los hombres desarrollen activamente el trabajo doméstico de forma colaborativa.
Por esta razón, es importante visibilizar y ser consientes del problema que genera la desigualdad y así poder transformar la concepción que se tiene de las mujeres, promoviendo el desarrollo de todas, en plenitud y en igualdad de derechos.
3. Discriminación al momento de elegir directoras mujeres
Durante siglos, se ha impuesto la tendencia de asignar las jefaturas al género masculino. De hecho, solo un 38% de las mujeres logra obtener un puesto de responsabilidad.
A pesar de la igualdad en experiencia y capacidades, la desigualdad persiste al momento de escoger a un hombre o una mujer para ocupar un cargo. Esto pasa porque, en el caso de las mujeres, no solo se toman en cuenta sus competencias, sino también aspectos como las probabilidades de quedar embarazada y estar fuera de la oficina por un largo periodo; el rol de cuidados cuando los hijos se enferman, etc.
¿Cómo empoderar el rol de las mujeres en el mundo laboral?
El escenario actual exige unir esfuerzos para erradicar los estereotipos de género y lograr que haya más participación de mujeres, en direcciones y diversos ámbitos del mercado laboral. Al respecto, a nivel local, el proceso constituyente puede ser un aporte para lograr mayor igualdad, transformando progresivamente la percepción errada que se tiene de las mujeres en la sociedad.
La UTEM, por su parte, se ha puesto como deber, la protección efectiva al principio de igualdad y no discriminación, propiciando a que haya más mujeres en carreras de baja demanda femenina.
Para ello, la universidad cuenta con el Sistema de Postulación de Acceso Directo “Equidad de Género”, una vía de ingreso para mujeres en carreras cuya composición femenina promedio se encuentre por debajo del 50% en las dos últimas admisiones.
Si eres mujer y posees un ranking 450 o superior, puedes postular a diversas carreras (revisa el listado aquí) e iniciar tu camino de crecimiento laboral de mano de la UTEM, donde encontrarás acompañamiento y apoyo para impulsar tu desarrollo profesional.