El rol de las ideas innovadoras en diseño y emprendimiento
Autor: Admisión UTEM|
La innovación social ha tomado gran relevancia en el último tiempo, especialmente en el mundo del diseño, donde se apunta que este objetivo debe impregnar a todas las organizaciones, siendo necesario que los Estados se involucren activamente para impulsar políticas públicas que fomenten la inclusión social y la equidad.
Ahora bien, ¿qué es la innovación social? El Banco Interamericano del Desarrollo (BID) define este concepto como “nuevas soluciones a retos que enfrentan las personas, cuyas necesidades no las resuelve el mercado, y que tienen un impacto positivo en la sociedad”.
Ciertamente, este proceso debe involucrar a las universidades y centros investigativos, que son los que generan nuevas tecnologías e información, así como también a las organizaciones que ponen a disposición sus recursos para ideas innovadoras, generando un impacto positivo para la sociedad.
Incorporar a las personas en la solución es la clave
Un punto fundamental en la innovación social es que el proceso debe ser siempre inclusivo, incorporando a los beneficiarios directos para definir el problema adecuadamente y crear alianzas público-privadas para implementar determinadas soluciones.
Tal como lo dijo Justo Ugarte -Director de nuevos negocios de Socialab- en una charla sobre innovación social y emprendimiento en nuestro Campus Central hace un par de años, “recibiendo soluciones e ideas vemos las problemáticas y a partir de eso hacemos nuestra agenda de futuro”, fueron sus palabras sobre lo que es innovar.
Siendo así, es fundamental que el diseño responda efectivamente a las necesidades de la sociedad, algo en lo que la innovación, sustentabilidad y optimización de recursos son claves en un mundo profundamente golpeado a nivel medioambiental.
Ciertamente, hay cosas en la vida cotidiana que suceden sin que pensemos en los procesos que hay detrás de ellas, como utilizar una lavadora: presionamos un botón y nos desentendemos hasta que tenemos que sacar las prendas.
Lo que olvidamos, o mejor dicho, normalizamos, es que existen muchísimos lugares en el mundo donde el acceso a la electricidad -y al agua- es casi una utopía. Ahí es donde proyectos innovadores como la “GiraDora”, una lavadora y secadora a pedales que funciona sin electricidad, son desarrollos que literalmente le cambian la vida a las personas.
Ejemplos como el anterior hay muchísimos, por eso el desafío actual es trabajar en ideas innovadoras que sean enfocadas en los problemas reales de las personas y sobre todo, sustentables con el medioambiente.
Desafíos actuales y con una mirada al futuro
En línea con lo anterior, términos como “economía circular” están tan en boga y son el camino a seguir cuando pensamos en diseños sustentables. El actual modelo económico lineal -producir, usar y botar- ya no da para más.
La economía circular postula un aprovechamiento de los recursos para lograr las tres “R”: reducir, reusar y reciclar. En la naturaleza no existe la basura ni menos los vertederos, todos los elementos que existen cumplen una función dentro de su vida útil, y luego son aprovechados de diversas formas.
Es por eso que los proyectos innovadores centrados en la sustentabilidad y con compromiso social son determinantes en la tarea de mejorar la vida de las comunidades sin que ello implique un daño al planeta.
La UTEM lleva muchos años adoptando este enfoque, lo que se refleja en carreras como Diseño Industrial, la cual está orientada hacia la sustentabilidad e innovación.
Estos conceptos también se reflejan en la Vinculación con el Medio, el cual busca brindar apoyo a los proyectos innovadores para que puedan desarrollarse en armonía con el entorno.
Un claro ejemplo sobre qué es innovar lo constituye la “Planta Procesadora Inteligente de Hortalizas y Frutas de productores pertenecientes al modelo cooperativo de Coopeumo”, la cual es capaz de optimizar el uso de sus recursos energéticos mediante energías renovables, evitando los residuos industriales innecesarios y administrando de manera inteligente sus procesos bajo el concepto “Smart Factory”.
Ser agentes de cambio es la meta, y la UTEM está fuertemente comprometida en la tarea de alcanzarla.