Durante las últimas décadas, la tierra ha experimentado una explosión demográfica considerable, tanto que -para 2050- se estima que habrá 9.700 millones de habitantes en el mundo, es decir, 2.000 millones más que en la actualidad. Es por eso que alimentar a la población, y no destruir nuestro planeta en el proceso, requerirá una serie de cambios en la política alimentaria que supere el sistema agro-industrial vigente.

En este sentido, la ciencia y tecnología de los alimentos se transforma en un elemento clave para revolucionar la industria y garantizar una gestión más eficiente y sustentable de los recursos, constituyendo un interesante camino a la hora de elegir una carrera universitaria. En ese sentido, hay algunos avances a los que deberíamos prestar atención.

Un chef llamado algoritmo

La empresa chilena NotCo tiene un chef llamado Giuseppe que, en realidad, es un algoritmo. Usa inteligencia artificial para analizar alimentos de origen animal, y luego cruza la información para determinar cuáles son las plantas que deberían combinarse a fin de lograr sabores y texturas específicas.

Gracias a este software, los creadores del emprendimiento ya saben que si mezclan brócoli, goji, champiñón y nuez pueden emular el sabor del chocolate; o que los garbanzos reemplazan al huevo en una mayonesa. Hoy en día cuentan con un catálogo de productos de origen vegetal como Not Mayo, Not Milk y Not Ice Cream.

En Estados Unidos, Journey Foods es una empresa innovadora que constituye un buen ejemplo en lo que a tecnología en alimentos respecta, ya que elabora refrigerios de frutas a través de un sistema automatizado con una base de datos de nutrientes e información de mercado. Por su parte, Just Inc es otro buen ejemplo de nutrición y tecnología de los alimentos. La compañía estadounidense utiliza datos y algoritmos para crear carne artificial o “in vitro”.

Bioimpresión 3D

Otras de las innovaciones en el campo de la ciencia y tecnología de los alimentos es la bioimpresión 3D. Conocida como fabricación aditiva, se trata de la producción en tres dimensiones de un alimento, mediante la replicación continua de células. Esto se consigue a través de un software específico que crea microestructuras de alimentos.

La utilización de esta tecnología en alimentos es un gran aporte a la sustentabilidad, ya que la agricultura celular permite fabricar carnes rojas y blancas. Como la producción de carne se obtiene de laboratorios y no por medio de la agricultura ganadera extensiva, se estima una reducción del 90% en los gases de efecto invernadero. Un buen ejemplo de ello lo constituye el restaurante londinense Food Ink, que en 2016 transformó en el primero en ofrecer comida impresa.

Granjas verticales

Las computadoras juegan un rol clave en la nutrición y tecnología de los alimentos. El desarrollo de máquinas con inteligencia artificial permite instalar plataformas de agricultura personalizadas y facilita el crecimiento de cultivos en lugares cerrados. A través de técnicas como hidroponía y aeroponía, se crean las granjas verticales donde las plantaciones son alimentadas de luz y nutrientes en todo su ciclo de crecimiento.

Por lo tanto, en un cultivo dentro de un sistema con estas características, cada día es verano sin nubes en el cielo. En Nueva Jersey, Aero Farms creó la granja vertical más grande del mundo, lo que permite que los alimentos crezcan con un 95% menos de agua de la que se emplearía en un cultivo tradicional.

Como vemos, cada día es más importante la necesidad de desarrollar nuevas tecnologías y formas innovadoras de pensar. Si tienes interés en profundizar tus conocimientos y contribuir en el campo alimenticio, quizás la Ingeniería en Industria Alimentaria sea el camino profesional para ti.