“La disciplina y rigor que la universidad me entregó me ha permitido desarrollar poco a poco las metas y proyectos que me he propuesto”
Autor: Admisión UTEM|
Este es el caso de Sebastián Zúñiga Lucero, egresado de la carrera de Arquitectura de la UTEM, quien ha logrado proponerse metas y cumplirlas, logrando su objetivo de desenvolverse profesionalmente con la clara intención de poner sus conocimientos a disposición de la comunidad.
¿Cómo fue tu paso por la universidad?
Puedo decir que fue positivo. Fueron buenos tiempos no solo por lo que se aprende en las salas de clases, sino también por lo que te entrega ese entorno, las amistades que haces, las actividades extracurriculares, el vínculo con los profesores, la institucionalidad y todas sus aristas. Finalmente en este proceso académico terminas desarrollando aptitudes complementarias al conocimiento teórico, el cual te ayuda a tomar una actitud más consciente de lo que pasa a tu alrededor y lo que puedes hacer para mejorarlo.
¿A qué te dedicas actualmente?
Hoy en día soy arquitecto y trabajo en la secretaria comunal de planificación (SECPLA) de la Municipalidad de Maipú. Además, desarrollo proyectos de manera particular y también estamos creando alianzas con otros colegas y profesionales afines, para desarrollar proyectos venideros.
¿Qué destacarías de tu formación profesional?
El espíritu crítico y ser más resolutivo a la hora de abordar ciertas problemáticas o proyectos, la responsabilidad social también, la cual me ha inspirado a profundizar en ciertas temáticas y el querer siempre acercar esta disciplina a quien no tenga los medios y necesite de este tipo de asesorías.
¿Cómo fue el inicio en el mundo laboral?
Creo que como muchos, al comienzo tuve dudas y algunos temores respecto a si daría el ancho en ese primer trabajo. Finalmente uno se pone a prueba en estas instancias. En mi caso, mi primera experiencia laboral formal como profesional fue muy importante y creo que marcó un antes y un después a la hora de abordar otros desafíos, ya que no tenía esas preocupaciones. Además, al medirme con mis pares, en cuanto a conocimiento y habilidades, me di cuenta de que la formación que recibí en la universidad fue completa.
¿Sientes que tuviste una buena preparación para emprender de manera independiente?
Sí, creo que la UTEM me entregó las herramientas necesarias, tanto las técnicas como las habilidades blandas. Si bien al comienzo cuesta emprender, ya que es un trabajo constante y que no entiende de horarios, la disciplina y rigor que la universidad me entregó me ha permitido desarrollar poco a poco las metas y proyectos que me he propuesto.
¿Cómo es tu vínculo actual con la UTEM?
Actualmente estoy trabajando en un proyecto que se adjudicó la universidad, un Fondo de Innovación a la Competitividad Regional (FlC-R), esto fue posible gracias a la invitación de la directora del proyecto y docente de la Escuela de Arquitectura, Rosa Chandía Jaure.
Es un lindo proyecto y de mi profundo interés, ya que aborda temáticas respecto de la gestión de aguas urbanas y metodologías participativas, pero también es un gran desafío pues hay que trasmitir temáticas muy técnicas y poco amigables a la comunidad beneficiaria. Sin duda será una experiencia enriquecedora en todo ámbito.
¿Qué rescatas de la UTEM?
Rescataría su impronta social y sustentable, que me ayudó a clarificar mi interés en estas temáticas, siempre acuñadas al trabajo con comunidades, gestión territorial, trabajo en zonas rurales, arquitectura sustentable, etc. Creo que ese sello distintivo hace especial a la UTEM, ahora como profesional y visto desde afuera, lo he podido distinguir con mayor relevancia.